Historias reales - Estafas con cheques falsos
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Karl había tenido problemas para encontrar trabajo y estaba abierto a oportunidades laborales que ofrecieran una buena remuneración. Aceptó una oferta que le llegó en un mensaje de correo electrónico de aspecto legítimo en el que se decía que podía ganar dinero evaluando el servicio de atención al cliente que recibía al comprar en determinadas tiendas minoristas.
The "company" sent Karl a check for $2,950 and instructed him to deposit the check, and then quickly go to a series of stores to send money orders totaling $2,600 to specific addresses provided by the company. After making the wire transfers, he was instructed to provide feedback on the store employees' demeanor, helpfulness, and so on. Karl’s new employer stressed that he needed to fulfill the assignment as quickly as possible. He was told to keep the remaining $350 for completing the task. While Karl was ecstatic about the chance to make easy money, he wondered whether the offer might be too good to be true and called his bank to see if the check had cleared. When a bank representative told him it had, he immediately completed the wired payments, notified the company, and emailed his report.
Karl no tardó en descubrir que le habían cargado en su cuenta bancaria 2.950 dólares, el importe íntegro del cheque que había depositado y que, según él, había sido cobrado. Los representantes del banco le explicaron que el cheque era fraudulento. En efecto, Karl había girado 2.600 dólares de su propio dinero, casi todo el dinero que tenía en su cuenta. Al relatar la experiencia, se rió y culpó al banco.
La historia de Karl pone de relieve varios factores que contribuyeron a su experiencia: su necesidad de ingresos, su deseo de "dinero fácil", su desconocimiento de las estafas con cheques falsos, su respuesta a las presiones de tiempo ejercidas por los estafadores y su creencia de que el cheque se confirmaba como válido cuando el banco ponía los fondos a su disposición.